¿A qué sabe el Foie Gras de Pato?
La célebre enciclopedia gastronómica Larousse Gastronomique lo describe como «una de las joyas de la corona de la gastronomía francesa». El foie gras es un delicioso manjar elaborado con el hígado de un pato u oca especialmente cebado.
En los últimos años, el foie gras de pato se ha convertido en el preferido, tanto por su sabor consistente como por su accesibilidad. El sabor único del hígado de pato es el deleite de los gastrónomos de todo el mundo. No hay restaurante gastronómico francés cuya carta no incluya foie gras y cada cocinero lucha por elaborar su propio plato insignia que sus clientes no olvidarán.
Es difícil explicar con palabras el sabor del foie gras: es particular, único. Consta de una textura suave como la seda. Algunos describen su sabor como el de una carne que sencillamente se deshace en la boca. El hígado graso de pato es versátil y su sabor único y sensacional se presta como ingrediente de una gran variedad de platos. Sin lugar a dudas, las diversas recetas y estilos de emplearlo darán lugar a distintos sabores. El hígado de pato es un plato que debes probar y que, con toda seguridad, disfrutarás.
Al igual que con el vino, el queso y otros productos ricos, el sabor del foie gras de pato puede variar en función de su calidad o de la forma en que se prepare. Por ejemplo, un camembert elaborado con leche pasteurizada y vendido en un supermercado nunca será tan bueno como un queso cremoso elaborado por un productor artesano de Camembert con leche cruda de vacas que pastan en los ricos y verdes pastos de Normandía.
La calidad del foie gras
Como otros productos, muchos foie gras o también llamado hígado de pato al estilo francés, se producen de forma masiva, lo que a menudo da lugar a un sabor estandarizado que, aunque a menudo es aceptable, puede resultar un poco soso y carecer de los sutiles sabores que hacen que un buen foie gras sea verdaderamente apasionante.
El foie gras elaborado por empresas familiares o cooperativas de productores suele ser mejor, porque estas empresas entienden que la calidad de su foie gras es lo que les permite competir con las grandes industrias y sus enormes recursos comerciales y de marketing. Estas empresas más pequeñas luchan por mantener los procesos de producción tradicionales y solo consideran la posibilidad de actualizar sus métodos si esto implicara una mejora de la calidad de su foie gras.
El sabor del foie gras es diferente según el tipo de foie gras
El foie gras de pato fresco tiene un sabor más fuerte. Cocinado en una sartén, el hígado fresco tendrá un sabor fuerte y una textura particular. Se sirve caliente y acompañado de un chutney de higos o cebollas confitadas.
En Navidad, es tradicional preparar una terrina de foie gras fresco con trufas. Esta delicada forma de cocinar es cada vez más popular y deriva en un potente sabor que gustará a algunos y sorprenderá a otros.
Cuanto menor sea el tiempo y la temperatura de cocción del foie gras, más fuerte será su sabor. A algunas personas les encanta ese sabor tan fuerte y rústico, mientras que otras prefieren un sabor más sutil.
Se sirva o no en terrina, el foie gras tiene un lugar bien merecido en el corazón de las preparaciones festivas francesas;También existen patés de foie gras que pueden ser delicias en la alimentación cotidiana. Sin embargo, al incorporar grasa de cerdo son menos sabrosos y nutritivos que el foie gras, que solo contiene grasa de pato u oca.
Foie gras de pato en conserva
Gracias al equilibrio del sabor, esta es una forma muy práctica de descubrir el foie gras. Naturalmente, el sabor variará según la calidad del producto y el método de producción. Elija siempre foie gras que no contenga conservantes ni aditivos y cuyo origen esté reconocido (IGP, Label Rouge).
El foie gras entero tiene un sabor más consistente que los bloques de foie gras, cuyo sabor es más suave. Un foie gras de pato entero acompañará perfectamente a una ensalada, mientras que un bloque de foie gras de pato cortado en rodajas y servido en pan tostado como aperitivo encantará a sus invitados.
No hace falta ser un gran cocinero para ofrecer a los invitados un aperitivo delicioso y original. Solo se necesitan unos minutos para abrir un envase de foie gras y servirlo sobre una tostada.
Los franceses consumieron casi 18.500 toneladas de foie gras en 2020 (96 % de pato y 4 % de oca). La mayor parte (90 %) se produce en Francia, el resto se importa de otros países.
Algunas personas opinan que el consumo de foie gras no es ético. Consideran que la alimentación por gavage, usada por primera vez por los antiguos egipcios, es, en el mejor de los casos, cuestionable y, en el peor, cruel. Hoy en día, las leyes que rigen este tipo de alimentación son estrictas y la prevención de la crueldad animal es primordial.
Los animales deben ser tratados con respeto y la alimentación por gavage se lleva a cabo en jaulas colectivas, utilizando únicamente tubos y conductos lo suficientemente pequeños como para garantizar que no se dañan los órganos ni las gargantas de las aves. Estas leyes también garantizan que los patos y las ocas se sacrifican de forma humanitaria.
Algunos países han decidido prohibir la producción de foie gras, pero, curiosamente, no su consumo; y es perfectamente legal comprar y consumir foie gras en casi todos los países.
Muchos turistas que visitan las granjas del Suroeste de Francia pueden comprobar que las aves se crían en grandes espacios al aire libre. Los visitantes, que pueden dar entonces su propia opinión, rara vez se escandalizan y la mayoría de ellos compra foie gras.
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